Una máquina que opera utilizando la mecánica cuántica -las leyes que gobiernan la conducta de objetos pequeñísimos como moléculas y átomos- fue nombrada por la revista Science el avance científico del año 2010.
El aparato, diseñado por físicos de la Universidad de California en Santa Bárbara, es una paleta diminuta de semiconductor visible para el ojo humano, y los investigadores lograron producir con ella movimientos puramente cuánticos.
Según Science "en reconocimiento a los caminos conceptuales que abre su experimento, la ingenuidad detrás de él y sus muchas aplicaciones potenciales se ha nombrado a este descubrimiento el avance científico más importante de 2010".
"Es un aparato muy simple, un pedazo de nitrato de aluminio de unos 30 micrómetros de largo -casi el grosor de un cabello humano- y baila. Se mueve a un ritmo de unos 6.000 millones de movimientos por segundo" explica a la BBC Robert Coontz, subeditor de noticias de ciencias físicas de Science.
Lo que los físicos Andrew Cleland y John Martins hicieron fue enfriar su aparato con helio líquido hasta que alcanzó un "estado fundamental", es decir, el estado energético más bajo que cualquier objeto puede poseer.
El "baile" de este aparto no es un baile tradicional. Sabemos que todos los objetos hechos por el hombre se mueven de acuerdo a las leyes de la mecánica clásica, pero la forma como esta paleta se movió sólo puede ser explicada bajo las leyes de la mecánica cuántica.
"Se trata de un objeto tradicional -explica Robert Coontz- pero al lograr colocarlo en ese estado de bajísima energía se comporta de diferente forma".
Mundo cuántico
"Los físicos desde hace unos 100 años han sabido que existen dos mundos distintos: el mundo común de las experiencias diarias que obedecen a una serie de leyes físicas y el mundo de la física de las cosas pequeñísimas: las moléculas, átomos y partículas subatómicas que obedecen a lo que llamamos reglas cuánticas".
Estas reglas son muy diferentes a las leyes físicas clásicas y los científicos no han podido entender porqué las cosas pequeñísimas deben regirse con otro otro tipo de leyes físicas.
Y hasta ahora nunca se había logrado observar los raros efectos de la física cuántica.
La importancia de la investigación ganadora es que el aparato es visible para el ojo humano y además fue creado totalmente por el hombre, lo cual demuestra por primera vez estas diferencias entre la física de los objetos.
"Esta investigación demuestra que podemos explorar la línea divisoria entre el mundo "real" y el mundo de los objetos minúsculos", dice Robert Coontz.
"Y esto nos ayudará a entender porqué existe esta división -si es que existe- y dónde está ubicada, que es algo que los físicos se han preguntado durante los últimos 100 años", agrega el experto.
Y en la práctica, el estudio abre una variedad de posibilidades que van desde el potencial control cuántico de la luz, las corrientes eléctricas y el movimiento hasta posiblemente, algún día, poder borrar los límites entre el mundo cuántico y el mundo real.
FUENTE:BBC Ciencia
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