La aparición de gallinas mutiladas en los corrales de al menos diez familias radicadas en el casco céntrico, genera profunda preocupación y mantiene conmocionada a la comunidad de Campo Gallo. La falta de huellas y elementos que permitan acercarse a una conclusión respecto del autor de este extraño hecho, profundiza aún más la incertidumbre y alienta todo tipo de elucubraciones.
“Mi marido pensaba que se trata de un perro, pero yo no estoy tan segura”, confesó doña Blanca Castillo de Torres, la dueña de un gallinero en el que aparecieron raramente mutiladas 12 gallinas.
“Ya no sé qué pensar. Para mí que no es un perro ni una comadreja, porque dejarían huellas o destruirían los gallineros para irse. Aquí está pasando algo raro”, especuló un vecino que prefirió no identificarse.
La característica predominante en las gallinas muertas es una herida profunda debajo de una de sus alas, y no fueron comidas. Además, los gallineros no presentan destrozos en alambrados ni empalizadas, y en uno de los casos sólo se comprobó que uno de los palos a pique del corral había sido prolijamente apartado. “Un perro o una comadreja habría roto el palo, no lo habría sacado así”, relataba uno de los vecinos consultados por EL LIBERAL.
Si bien el hecho tuvo amplia repercusión entre los pobladores e incluso se hicieron eco los medios radiales de la zona, en la comisaría del lugar no se recibió ninguna denuncia de parte de las familias damnificadas, y de oficio se tomaron fotografías y se está tratando de establecer líneas investigativas para determinar si existe un responsable. “Si se trata de un perro, debería hacerse responsable a su dueño”, deslizó una fuente policial.
Este hecho viene sucediendo desde hace aproximadamente un mes, y en los últimos tiempos se fueron conociendo más casos.
“Hace más de un mes, a nosotros nos aparecieron muertas ocho gallinas, con una herida profunda debajo del ala, pero no pudimos determinar quién lo hizo. Ante noche volvió a ocurrir y aparecieron cuatro más en las mismas condiciones. No sabemos de qué se trata porque no deja ningún rastro. Mi marido piensa que es un perro, pero no estoy tan segura. No se qué será”, confesó Blanca Castillo de Torres, una de las vecinas más perjudicadas por este extraño fenómeno.
En el pueblo son al menos diez familias que sufrieron las consecuencias de este raro fenómeno que aún no tiene una explicación. Se calcula, que fueron unas cincuenta gallinas las que aparecieron muertas en el último mes, y todas aparecieron con mutilaciones del mismo tipo.
“Es muy raro, porque no sabemos por dónde entra a los gallineros, e incluso a un vecino le mataron cuatro gallinas que las tenía en el interior del baúl de un auto viejo, y cubierta con un alambre. Yo descarto que sea una comadreja, porque tendría que haber un montón por todo el pueblo. Además la comadreja comería a las gallinas. Estas aparecen muertas y con el mismo tipo de herida”, amplió el vecino.
fuente:El Litoral
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