El Sol es el astro que tiene las respuestas a todas las inquietudes de los habitantes del planeta, aseguran los científicos rusos de un laboratorio de física subterráneo -el único lugar donde se estudia el centro del Sol- situado en el Cáucaso.
Según algunos investigadores, para entender el 'idioma' de la estrella, hace falta 'escucharlo' desde las profundidades de la Tierra porque es precisamente allí donde mejor que en ningún otro lugar se puede ver lo que está ocurriendo dentro del Sol. Por eso su laboratorio se encuentra dentro de una montaña y, paradójicamente, la gente trabaja allí sin ver la luz del día.
Este observatorio fue creado en la URSS cuando surgió una nueva rama científico-física subterránea. La construcción fue muy laboriosa, los obreros trabajaron entre las rocas. Pero valió la pena: este es un proyecto único en su género, un centro de investigación debajo de una montaña. De hecho, precisamente este factor otorga condiciones perfectas para estudiar el Sol y su evolución.
Los científicos descubrieron que del Sol a la Tierra viajan unas micropartículas denominadas “neutrino”, que transportan consigo información directamente desde el centro de la estrella. Estos datos ayudan a entender mejor qué es el universo y cómo se realiza la comunicación entre sus objetos.
“Claro que conocemos a grandes rasgos qué es nuestro planeta. Pero queremos enterarnos de los detalles, ya que pueden tener mucha importancia. Incluso podrán ayudar a encontrar nuevas reservas de petróleo u otros combustibles fósiles”, dice Vladímir Gavrin, doctor de ciencias físico-matemáticas.
Tras la caída de la Unión Soviética, la ciencia sufrió una fuerte crisis en el país. Los investigadores sacan adelante sus tareas a pesar de la escasa financiación de este sector. Su labor diaria es pura dedicación y lealtad a la física y a su nación. Ellos se niegan a trabajar en el extranjero y quieren continuar los estudios iniciados por sus profesores. Estos jóvenes están seguros de que sus investigaciones darán un gran impulso al desarrollo de la humanidad e incluso podrán acercarla a uno de sus sueños de antaño.
“La humanidad está soñando desde hace más de un siglo en crear un reactor termonuclear, que pudiera abastecer a la Tierra con energía para miles y miles de años. Pero para conseguirlo, necesitamos entender cómo suceden estas reacciones en la naturaleza. Y el centro del Sol es el reactor natural más cercano a nuestro planeta”, según Gavrin.
Las investigaciones sobre el Sol, en la mayoría de los casos, no tienen ninguna aplicación práctica, lo que obviamente no estimula a los inversores a donar dinero para desarrollar este área. Sin embargo, los resultados que con el tiempo obtendrán los científicos, que día a día descifran los mensajes del Sol, serán grandiosos, ya que comprender la comunicación entre planetas y astros no tiene precio.
FUENTE:RT
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