Las auroras boreales son dibujadas con luces de tonos verdes, azules, rojos y violetas en el cielo gracias a la reacción del oxígeno con los “átomos ionizados” que el Sol manda a la Tierra.
El oxígeno es la clave en el proceso del color de la aurora boreal. Un fenómeno que se produjo en los dos polos del globo terráqueo entre el 3 y el 4 de agosto y que la NASA prevé que se repita hoy con más intensidad.
La mezcla del pigmento (átomos) y el agua (oxígeno y nitrógeno) crea luz natural en las capas altas de la atmósfera, donde existe “ el vacío ” y “ la densidad y la presión (atmosférica) es muy baja ” , señaló Truls Lynne Hansen, director del Observatorio de Auroras de la Universidad de Tromsø (TGO, en inglés) , en Noruega. El pigmento en la aurora es el “ plasma ” solar (átomos ionizados) que empezó a llegar a la atmósfera terrestre el pasado 1 de agosto tras recorrer 140 millones de kilómetros, la distancia entre el Sol y nuestro planeta, dijo a Efe Kelly Korreck, científica del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (CfA, en inglés).
Lo que en una acuarela sería el agua, en una aurora se traduce principalmente en oxígeno y también en el gas más abundante en la Tierra, el nitrógeno, indicaron los dos expertos. Así, cuando el “ plasma ” solar (a modo de pigmento) choca con los gases -oxígeno y nitrógeno- (el agua) en la atmósfera (la paleta de mezclas de colores) se genera la aurora boreal en el cielo (o lienzo) .
Pero no en un lienzo cualquiera. La luz nocturna facilita la visión de las auroras boreales que se producen en los dos polos de la Tierra y en áreas cercanas, como acaeció entre el 3 y el 4 de agosto en ciudades del norte de EEUU, Canadá, Rusia, Noruega, Islandia, Suecia, Groenlandia y Finlandia, según informó la NASA. Un fenómeno que la NASA prevé que alcance su punto álgido hoy, cuando realmente haya llegado a la atmósfera el “ tsunami ” que el Sol lanzó a la Tierra hace cinco días.
Habitualmente, las auroras boreales o australes son rojizas y verdosas, dos colores que dependen curiosamente de las moléculas de oxígeno, recalcaron los científicos. En cambio el espectro que va desde el azul al violeta -mezcla de azul y rojo- se crea según los niveles de nitrógeno que haya en la atmósfera, afirmó Korreck.
Así, cuando se observa el tono violáceo que es normal “ en la parte inferior de las auroras ” se debe a que se han concentrado moléculas de nitrógeno en esa zona, añadió Lynne Hansen.
En la Naturaleza, las auroras “ son únicas ” porque su gama de tonos es muy amplia y particular, sobre todo “ las que tienen luz verde, que son casi imposibles de reproducir en un laboratorio ” , contó el astrofísico noruego. Su forma también es irrepetible. La mano artística que pinta los trazos de la aurora boreal o austral es el campo magnético de la Tierra, que cambia de sentido en los polos cada 250.000 años, explicó el director del observatorio de la Universidad de Tromsø.
Por ello, la magia estética de cada aurora es extraordinaria, no ya sólo por su rango cromático, sino porque su forma depende de la superficie terrestre. En el cielo, los trazos azules, verdes, rojos o púrpuras son abstractos, verticales, diagonales u horizontales dependiendo del campo magnético del subsuelo donde puede haber magnetita, oro, eka-torio, hierro o níquel que pincelan la forma de la aurora implícita y misteriosamente.
FUENTE:ABC
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