Las investigaciones del equipo de la USC que participa en el Pierre Auger optimizan el comportamiento de las baterías y paneles solares, y mejorarán las comunicaciones por ondas de radio//Mantener la financiación es clave para seguir en la elite
En una cultura como la actual, en la que se impone lo inmediato, resulta gratificante saber que aún hoy hay quienes como Jaime Álvarez, profesor de Física de Partículas de la Universidade de Santiago de Compostela, y la veintena de personas que desde Galicia trabajan en el estudio de los rayos cósmicos en el observatorio Pierre Auger, se dedican a intentar abrir "nuevas ventanas de observación al Universo", movidas por la curiosidad que, al menos de forma innata, caracteriza al ser humano.
Una curiosidad por satisfacer que ya de por sí sería más que suficiente para justificar el trabajo de los 160 científicos de 18 países que durante esta semana analizan en Santiago los últimos datos obtenidos en el Pierre Auger, puesto que gracias a intentos como ése "se han realizado descubrimientos maravillosos que nos han ayudado a entender el mundo que nos rodea, como cuando Galileo construyó su telescopio y vio los cráteres lunares o las lunas de Júpiter", recuerda Jaime Álvarez.
Resultados significativos. No obstante, los experimentos en los que trabaja el grupo de Física de Astropartículas de la USC ya han permitido obtener resultados significativos para su posterior aplicación en la vida cotidiana.
Embarcado en el estudio de las partículas ultraenergéticas, su participación desde 2004 en el Pierre Auger consiste en detectar las más altas, que se considera están cargadas con una energía diez millones más elevada que las que se generan en el acelerador LHC del CERN en Ginebra.
Unas partículas que dan lugar a ondas de radio como las de un teléfono móvil, si bien éstas se pueden detectar con antenas convencionales y las ultraenergéticas no.
De ahí que una de sus líneas de investigación se base en intentar lograr que esas partículas ultraenergéticas que se detectan todos los días en el Pierre Auger, se puedan captar también con las antenas porque "este sistema resulta mucho más barato y, además, el desarrollo de nuevas antenas puede redundar en una mejora de las comunicaciones por medio de las ondas de radio", subraya Álvarez.
Una aplicación práctica que se materializará con el tiempo, ya que señala que "el material existe, y lo que hay que hacer es entender cómo es esa señal de radio para diseñar el aparato que pueda captarla". Un tema el de la predicción de la señal de radio en el que, por otra parte, el equipo investigador de la USC es puntero a nivel internacional.
De hecho, también colaboran con la Universidad de Adelaida en la predicción del tipo de señal a detectar en un experimento de red de radiotelescopios.
A todo ello hay que añadir el experimento que les ha llevado a enterrar antenas en el hielo del Polo Sur, comprobando que las ondas de radio viajan sin apenas atenuarse, "lo que implica un coste mínimo porque poniendo antenas bastante separadas se obtienen resultados", indica.
Y volviendo a la estrecha colaboración con el observatorio de la región argentina de Marlagüe, el estudio liderado por la profesora Ángeles López sobre cómo envejecen y se comportan las baterías y paneles solares de los detectores es, según Jaime Álvarez, "de gran interés para la mejora de estos dos elementos claves en el desarrollo de la energía solar a nivel industrial".
Aplicaciones a la vida cotidiana que en algunos casos se producen con cierta celeridad y que en otros tarda mucho más tiempo en visualizarse, pero para las que en cualquier caso se necesita de una financiación sólida que permita mantener los proyectos ya iniciados.
En este sentido, el profesor de Física de Partículas destaca que "la captación de recursos es muy importante; se necesita una apuesta clara por parte de las administraciones -que de momento tenemos-, y a los científicos nos corresponde divulgar la investigación que llevamos a cabo", al menos si se quiere mantener el nivel entre la élite.
A largo plazo. No en vano, y tal y como reconoce, la financiación privada en investigación básica "resulta muy complicada porque sólo se obtiene beneficio a muy largo plazo, si bien es cierto que por ejemplo el láser fue el resultado de la investigación básica, partió como algo teórico y hoy está hasta en el supermercado cuando te cobran en la caja".
Y esa necesidad de financiación de unos experimentos por regla general bastante caros, unida al hecho de que "la investigación es una ciencia humana en la que la colaboración con otros es muy importante, los estudios de unos complementan los de otros", es lo que lleva a que en los proyectos de los investigadores de la USC que están en el Pierre Auger participen varios países.
A TENER EN CUENTA CON EL MAYOR DETECTOR
¿Qué son los rayos cósmicos? Son partículas que llegan desde el espacio y bombardean constantemente la Tierra en todas direcciones. Los ultraenergéticos viajan a una velocidad cercana a la de la luz y tienen cientos de millones de veces más energía que las partículas producidas en el acelerador más potente.
¿Qué es el Pierre Auger? Es un observatorio compuesto por 1.600 detectores de supeficie y 24 de fluorescencia que cubren un área de aproximadamente tres mil kilómetros cuadrados.
¿Quiénes participan en el experimento Pierre Auger? Se calcula que en el estudio de las partículas más energéticas del Universo conocidas hasta el momento colaboran 450 científicos de 18 países. Los investigadores españoles representan un 7% de la colaboración, y están intensamente involucrados en el análisis de datos del experimento.
Líneas de búsqueda de la USC en el observatorio La USC, encargada de organizar a través del catedrático Enrique Zas el encuentro que hasta el viernes mantienen en Santiago 160 investigadores, se centra en el estudio de la detección de los rayos cósmicos inclinados, la detección de los neutrinos y la monitorización del Pierre Auger.
fuente:correogallego.es