El éxito en el manejo de está enfermedad esta en el hecho de predecir y anticipar los eventos
Uno de los descubrimientos más importantes en la investigación del cáncer en los últimos 25 años ha sido la demostración de que el cáncer de cuello de la matriz es causado por el Virus del Papiloma Humano. La evidencia científica ha demostrado que el cáncer de cervix es una secuela a largo plazo de una infección persistente de ciertos genotipos de papiloma humano. Las infecciones causadas por el virus del papiloma humano se encuentran entre las infecciones de transmisión sexual más comunes. Esta infección aparece muchos años antes del desarrollo de cáncer. Hoy sabemos que la progresión de una lesión precursora de malignidad en el cuello de la matriz puede tardar entre 10 a 15 años en condiciones normales de salud e inmunidad. La persistencia de la infección es un factor necesario para el desarrollo de enfermedad invasora.
Gracias a los esfuerzos de Georges Papanicolaou, considerado el padre de la citología, quien en 1943 publica su trabajo de ‘Diagnóstico de cáncer de útero mediante el frotis vaginal’ hoy podemos encontrar las lesiones premalignas del cervix tempranamente; lo que nos permite una intervención oportuna y favorable.
Lamentablemente el escenario clínico y la realidad de la mayoría de las pacientes con esta enfermedad, no es el más favorable. Es muy difícil ver que en un país como el nuestro, donde todo avanza y progresa, este tipo de enfermedad (cáncer de cervix) que es prevenible y curable, ocupa los primeros lugares tanto en incidencia como en mortalidad. Muchas veces me pregunto ¿Por qué? pero no tengo una conclusión. Mis pacientes me preguntan: qué síntomas da, cómo me puedo dar cuenta de que tengo este problema y qué debo hacer. Y es esa probablemente una de las grandes dificultades en la lucha contra esta enfermedad. En sus fases iniciales no da ninguna sintomatología, y cuando presenta síntomas ya es un poco tarde. Y entonces me dicen; qué debemos hacer? Lo recomendable es estar bajo evaluación médica continua, tomar su Pap y evaluación ginecológica anual. No espere a tener síntomas para buscar ayuda, solo con haber iniciado su vida sexual y/o tener más de 18 años es suficiente para acudir al ginecólogo a evaluación .
fuente:la estrella
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