Por Sebastián Aranguren
Un investigador del fenómeno OVNI reveló que una impresionante experiencia vivida al cabo de un estudio de campo realizado recientemente junto a una colega, le permite inferir la posibilidad que en Sierra de los Padres, a apenas 15 kilómetros de Mar del Plata, exista enclavado entre las elevaciones rocosas un nido de naves extraterrestres con cuyos ocupantes, incluso, pudo mantener experiencias de “interacción estrecha”.
Jorge Marrón, uno de los referentes del grupo de investigación Código Ovni, precisó que las singulares manifestaciones que se dan en esa zona de ninguna manera pueden ser encuadradas en acciones consumadas por la tecnología terrestre, sino que están fuertemente ligadas con la presencia alienígena.
Sin duda, el detalle más impactante de los muchos que aportó el avistamiento del que fueron testigos privilegiados en febrero pasado Marrón y la investigadora Graciela Donalisio, es el que los ubicó de cara a los umbrales de un contacto del cuarto tipo con visitantes procedentes del espacio exterior.
En diálogo con Expedientes Secretos, Marrón contó los elementos centrales de una investigación que ahora tiene continuidad en la fase de laboratorio, en la cual el grupo que integra junto a Daniel Valverdi, ausculta grabaciones de imagen y sonido, en estas últimas para profundizar sobre enigmáticas psicografías.
“Código OVNI está abierto a la ciencia y ahora lo que buscamos es, antes de seguir, definir concretamente los elementos que rescatamos en la investigación de campo que hicimos en febrero”, sostuvo Marrón, al referir “a los avistamientos puntuales” en lo que supone “es un nido o base” utilizado por los extraterrestres.
“Esto pasa ahora”
El investigador destacó que el grupo viene trabajando en la zona de Sierra de los Padres desde el 2005 cuando explotó el denominado “caso Tapia”, hecho relacionado con una serie de huellas y marcas que evidenciaban vistas extrañas precedidas por intensas manifestaciones luminosas que durante la noche aterrorizaron a los vecinos.
A criterio de Marrón los avistamientos, de día o de noche, son moneda corriente en Sierra de los Padres, hecho que refuerza su hipótesis en cuanto a que el lugar “sirve para el ascenso y descenso” de naves que son las que dejan su impronta visual o física en la zona.
Para el integrante de Código OVNI “lo importante es que esto está pasando ahora” y mientras profundiza el análisis de las pruebas recolectadas -a las que se suman unas 500 fotografías tomadas por Donalisio- , descarta enfáticamente que esas manifestaciones que tanto lo sorprendieron tengan que ver con “experimentos nazis de la década del 40 o pruebas actuales de la NASA”.
A su modo de ver los hechos que luego describió son la resultante de elementos que se movilizan “ a la velocidad de la luz” y lo hacen de un modo fugaz al extremo que “en el momento de manifestarse, en el campo se produce un silencio total en el que no se escuchan ni las ranas ni los grillos, algo que a simple vista parece imposible”.
¿Pero qué fue lo vivenciado por Marrón y Donalisio la fresca noche de febrero pasado en un campo de soja y a unos 600 metros de las primeras estribaciones? “Graciela me dijo que mirara la Cruz del Sur, que estaba apareciendo, cuando al marcar la posición con su dedo índice -afirmó Marrón- una luminosidad, como si fuera un flash, se disparó del punto por ella señalado”.
Según el investigador, lo ocurrido fue un indicio de la interacción con las otras inteligencias, la que también se da, explicó, con luces que cobran una movilidad imposible de ser replicada por un cuerpo celeste.
Concierto de luces
En ese momento de la noche sobre la zona se estaba conformando una tormenta pero a pesar de tener relámpagos constantes, no se escuchaba trueno alguno. Lo fuerte estaba por venir: “primero nos llamó la atención -subrayó- una estrella de magnitud uno o dos, porque en menos de cinco minutos había cambiado varias veces de posición”.
“De repente -continuó- desde el frente de la sierra y de unos 600 metros, se nos vino encima una luminosidad verdosa que en instantes, se apagó. A todo esto la misteriosa estrella que estábamos mirando se descolgó en fracción de segundos y otra vez desde la sierra pero ahora en diagonal -recordó- una luz verde fosforescente como del ancho de dos autos llegó hasta 30 metros delante nuestro”.
Todavía faltaba más. Marrón y Donalisio ya estaban alterados por enfrentarse solos en la oscuridad de la noche a tan intensa manifestación de final impredecible. Así fue que dos bolas de luz, una blanca y una roja, descendieron desde la sierra para sumarse al espectáculo.
Acto seguido se encendió lo que Marrón definió como “un círculo perfecto, fosforescente, como de 20 metros de diámetro que también se deslizó hacia nosotros durante unos 10 segundos. Decidimos subirnos al auto en que habíamos llegado e ir a otro campo”, añadió.
Consultado sobre las sensaciones que tuvieron, Marrón reconoció que “la primera fue de terror” y en su caso, la segunda fue “la de experimentar una presión en la cabeza y una suerte de estado febril, en tanto que Graciela tuvo una reacción secundaria: por unos minutos quedó desorientada, como si hubiera perdido la noción de espacio”.
Sin embargo, a la pareja de investigadores aun le restaba atravesar una increíble situación más. El auto en el que se alejaron de ese campo de soja fue seguido y rebasado por una luz blanca que a velocidad pareja se perdió luego en las paredes de la serranía, con lo cual concluyó la alucinante experiencia.
Voces de otros mundos
“Tranquilamente lo que hay en Sierra de los Padres puede ser una base de OVNIS” explicó Marrón para quien “de hecho, se los puede fotografiar de día y avistarlos de noche, tal como sucedió en nuestro caso” en el cual, también, las grabaciones efectuadas sumaron otro aporte valioso.
Todos los episodios vivenciados por Marrón y Donalisio quedaron registrados en video que al ser visto en Buenos Aires, permitió descubrir a los investigadores la presencia de extrañas voces que se filtran en las grabaciones.
Esas psicofonías, como quedó dicho, son motivo de las investigaciones que realiza Código OVNI para descifrar primero lo qué dicen esas voces de apariencia humana pero que suenan distorsionadas y, una vez logrado ese cometido, determinar cual es su origen.
La resultante final de toda esta aventura queda definida en los conceptos de Marrón en cuanto que toda la experiencia en sí “se ajusta a una interacción estrecha entre las entidades y los investigadores, en la cual lo que se desprende del mensaje de los visitantes es que nos están diciendo que ellos están ahí”
http://www.popularonline.com.ar/nota.php?Nota=516914
FUENTE:www.grupogabie.blogspot.com
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