Para muchos los Ovnis no existen, para él si. “Creo que no somos los únicos en el universo”, le dijo a 24CON el fotógrafo Claudio Botti, quien con su cámara recorrió el país en busca de las mejores fotos para mandar a las editoriales que lo contratan. Además, sin quererlo, suele descubrir gracias a su lente cosas en el cielo que a simple vista suelen ser difíciles de ver.
En uno de sus viajes mensuales a la Ciudad de Buenos Aires, Botti aprovechó para renovar su book de fotos. Caminando la city porteña se cruzó con uno de los buses que el gobierno de Macri puso en marcha para visitar los destinos turísticos más importantes de la misma. Junto a varios extranjeros, pagó su pasaje y se subió al gigante de colores amarillo y negro.
Durante el trayecto que une Palermo con la Boca, el ómnibus pasó por la puerta del Congreso de la Nación y más tarde llegó al coqueto Puerto Madero. “Salimos de la reserva ecológica y cuando pasamos por detrás de Madero comencé a sacar varias foto al edificio que está cercano al hotel Hilton”, explicó el fotógrafo.
Ese 18 de abril, Botti viajó hacia el hogar de sus primos en La Matanza, donde se puso a ver todas las imágenes que había registrado. Allí se dio cuenta que a los edificios se le sumaba algo más que parecía querer estar en primer plano. “Vi una machita negra en la foto, la amplio y la veo de forma más definida”, aseguró y agregó: “le saqué varias fotos al edificio, pero esa es la única en la que salió. No llegó a congelarlo bien, debe haber ido muy rápido”.
No es la primera vez que Botti registra un “plato volador”, la primera vez que lo hizo fue en su cuidad natal, por la zona del puerto de La Feliz. Pero durante su estadía en Buenos Aires, llegó a capturar 2 más. “Uno en La Boca que se ve chiquito y otro en Recoleta, donde está la flor. Un avión iba aterrizando, le saco a la flor, al avión que pasaba por detrás y un objeto más chiquito que vi cuando miraba las fotos”, manifestó casi sin asombrarse.
Su interés por los Ovnis no nació por las fotos que tomó, sino ya desde chiquito indagó en el tema. “Desde siempre estoy interesado, porque mi papa compraba revistas donde salían investigaciones sobre los extraterrestres y demás”.
Claudio no forma parte de ningún grupo que se dedique específicamente a la vida fuera de este planeta, aunque es miembro de un “un taller de control mental, donde se tocan temas de energía. Cuando le mostré la foto a mi profesor, no habían dudas, era un Ovni”, sentenció.
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